jueves, 9 de julio de 2015

Las toxinas perjudicaron mi sistema nervioso central - Y causaron mi disgusto del sexo

Tengo 46 años. A esta edad la gente suele sentirse bien, algunos incluso están pasando por los mejores años de su vida. Me gustaría estar de acuerdo con ellos, sin embargo, no he tenido suerte.
Ya desde hace años padezco de un problema de salud tras otro. Y los médicos están desconcertados, igual que yo.
Me enfrento al cansancio, anemia crónica, catarro crónico, presión en el pecho, insomnio frecuente, empeoramiento de la vista hasta siete u ocho dioptrías actuales. Siento una permanente presión dolorosa sobre el estómago, mis estreñimientos alternan con diarrea de flema, me duele la columna vertebral y me siento como si mi cabeza estuviera cerrada en un aro de hierro. Muy desagradable es el dolor en el pecho que dura ya varios años.
Aunque me he sometido a todos los exámenes incluida la laparoscopia, los resultados siempre indicaron el estado normal. “¿En qué consiste el problema?“, pregunté desesperadamente. Sin embargo, nadie me supo contestar.
Ninguna enfermedad psíquica es probable en mi caso, me comporto y reacciono adecuadamente, sólo de vez en cuando me enfado. Trabajo en la oficina así que tampoco sufro excesivo estrés. El único miembro de mi familia con problemas psíquicos es mi madre. Es mala y desagradable, todo lo ve muy negro. Desde siempre me enseñaba la percepción pesimista del mundo sin interesarse mucho por mí. No se lo reprocho, simplemente es parte de su carácter.
Mi calma es perturbada permanentemente por el hecho de no tener hijos. Tengo miedo de quedar embarazada, es más – no puedo quedar embarazada. Aunque estoy sana ginecológicamente y mi esposo tiene el espermiograma normal, no hemos tenido un bebé.
Me molesta pensar en que estos problemas tal vez hayan sido causados por mi aversión ante el sexo. En cuanto apenas pienso en el sexo, me da dolor de cabeza. Ni sé por qué. Lo tengo así desde mi adolescencia. No consulté este problema con nadie, ni con mis padres. Mi madre de todos modos nunca ha tenido comprensión por mis problemas, así que prefería callarme.

Como sufro de varios problemas aparentemente no relacionados, contra cuales nadie ha inventado un medicamento, decidí ir al consultorio del Dr. Jonáš; me extrañé muchísimo, porque con el examen EAV me encontró la intolerancia al gluten. El Dr. Jonáš me explicó que la consecuencia de esta intolerancia son inflamaciones del intestino, la llamada enteropatía de gluten. Bajo la influencia de este defecto se produce una peor absorción de sustancias y vitaminas. El gluten perjudica también el sistema nervioso, sin embargo, en mi caso no sólo el sistema nervioso central sino también el sistema nervioso vegetativo La consecuencia es el desequilibrio hormonal y también el mal control de la sexualidad. Me enteré que la intolerancia al gluten es típica para personas con carencia afectiva. Parece que mi problema tiene raíces en mi infancia, más precisamente, en la influencia pesimista de mi madre. Y que será muy difícil despojarme de esta carencia afectiva. Lo que sí se podrá corregir, son defectos hormonales para eliminar mi presión permanente en el pecho. También pueden desaparecer los desagradables dolores de cabeza, columna vertebral, disfunción del intestino, etc.

Sin embargo, yo misma tendré que trabajar en mi capacidad de vivir la felicidad. Primero será necesario resolver los problemas objetivos, descubiertos por el aparato EAV. 
Me fueron recomendados los productos LiDren y VelienDren, preparados básicos para purificar mi organismo. De la carencia afectiva se encarga el producto Mebol y el problema del gluten lo resolverán los productos Nodeg y Gli-Glu. A la vez con estos productos tomaré preparados emocionales EmoStre y Cran.

Ahora sólo depende de mí, si establezco la atención de mi salud como mi objetivo principal o si mi visita en el consultorio sólo fue un hecho aislado. Mis actuales posturas psíquicas tienen sus raíces en la infancia, en el negativismo y falta de interés de mi madre, por eso será muy difícil corregirlos. Sin embargo, me esforzaré intensamente para lograrlo.

03/01/2012

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