martes, 7 de julio de 2015

Padecía de muchas enfermedades. Y tenían una causa común

Al consultorio del Dr. Jonás me llevaron mis problemas de salud que aparentemente no tenían relación. Tengo 35 años y sinceramente dicho, me siento realmente joven para cualquier problema de salud. Desde hace un año y medio siento dolores de estómago. En la gastroscopia me hallaron una inflamación. Me aplicaron medicamentos que tomaba cuidadosamente por un largo plazo.

Durante la terapia mis problemas disminuyeron, sin embargo, en cuanto dejé de tomar los medicamentos, los dolores volvieron. Los mayores problemas los tengo con el estrés o situaciones de emociones tensas. Mi estómago siempre irritado y el dolor incesante me limitan bastante la vida. 

Además, me molesta la tiroides, contra la cual también consumo medicamentos recetados. Tengo problemas con la tiroides desde mis 15 años. Mi estado en este sentido no empeora pero tampoco mejora. 

Hace unos años, también me sometí a la operación de venas en las extremidades inferiores. Actualmente no padezco de nuevos varices pero la intervención ha afectado bastante mis piernas parecen ahora como si siempre estuvieran cubiertas de moretones. Su aspecto me da pena.

Para que no sea poco, se me presentaron también alergias de polen y ácaros. Este asunto desagradable me causa ataques de catarro e irritación de los ojos. Qué les cuento, me sentía realmente miserable. Y como soy bastante joven, ni la gente que me rodea puede creer que padezca de tantas cosas. ¿Y el resultado? ¡Algunos empezaron a considerarme una hipocondríaca!

En nuestra familia no existen muchas enfermedades graves, sólo mi padre (67 años) ha sufrido dos infartos. Mi hijo es hiperactivo y además, a la edad de pubertad, lo que a menudo causa situaciones de estrés, pero sinceramente dicho – cuál padre no experimenta estrés durante la pubertad de su hijo.

Durante el tiempo, mis problemas venían graduando. Podía seguir tomando antihistamínicos, medicamentos para el estómago y tiroides… Pero simplemente no quería. Así un día llegué al consultorio del Dr. Jonáš. El examen con el aparato Salvia confirmó todos mis problemas actuales – se descubrió la inflamación del estómago, tiroides y finalmente la inflamación del lóbulo occipital.

Todas las alergias van perjudicando mis conjuntivas y la mucosa de la nariz. El Dr. Jonáš me comunicó que el órgano principal que causaba mis problemas era el hígado. Está cargado de una mala energía emitiéndola al cuerpo. La carga tóxica del hígado es supuestamente típica en personas con temperamento y tendencias a la agresión. Pensándolo bien, de verdad soy así – igual que todo el mundo – no quiero reconocerlo. A menudo estoy irritada, furiosa, a veces hasta brusca, y si alguien me enfada, no me lo aguanto.

Se manifestó que las capas cargadas por toxinas no son las mucosas, sino, la capa del ligamento debajo de 
la mucosa, tanto en el caso del estómago como en el caso de la tiroides y las venas. Supe que el ligamento es el tejido humano más frecuente, presente prácticamente en cada órgano – por eso la carga tóxica del ligamento puede causar muchos problemas que aparentemente no tienen que tener relación.

Después del examen por Salvia tenía sensaciones confusas, sin embargo, predominó el alivio. Es que se descubrió que todos mis problemas tenían un denominador común – el ligamento perjudicado – no se trata entonces de varios problemas diferentes. Es para mí mucho más soportable, pues si mis problemas se relacionan con el ligamento perjudicado, todos deberían desaparecer o disminuir en el momento de la purificación del ligamento. Siguió la determinación precisa del método de  la desintoxicación. 

Estoy tomando LiDren que es el producto básico para purificar el hígado. Después de LiDren sigue ReDren y Cran. Todavía voy a necesitar otros productos, por ejemplo, MiDren que apoyará a mi cuerpo para luchar contra alérgenos. Los productos Emo y Stre los obtendré dentro de dos o tres meses, después de acabar la primera desintoxicación. Pregunté ¿por qué estos productos emocionales? - El Dr. Jonáš me explicó el hecho de que el estado de nuestra psique influye considerablemente en el estado de nuestro organismo. Y como cada persona se somete al estrés más o menos, estos preparados forman parte de la desintoxicación casi en cada individuo.

Al final me dio ánimo con su convicción, que durante estas dos purificaciones mis problemas deberían desaparecer por completo o van a perdurar sólo los problemas crónicos con el sistema de venas. Dice que mi caso es interesante porque afecta a mucha gente, según dijo el Dr. Jonáš, soy un ejemplo de que los problemas de salud no tienen un carácter grave, pero sirven de ilustración para darnos cuenta de que los problemas aparentemente incompatibles suelen tener un denominador común. Después ya sólo basta con desintoxicarse correcta y estratégicamente y no renunciar. Y yo sí que no voy a renunciar.

15/12/2011

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